sábado, 27 de septiembre de 2008

Débora y sus prácticas

Cerró los ojos, suspiró y empezó nuevamente aquél solfeo. Esa escala y sus bemoles eran lo mas parecido en dificultades a la ardua tarea que había emprendido: seducir a Alicia, y su mundo de maravillas.

Debora subía y bajaba en su violonchelo con sus dedos duros y rápidos.

No tendría concierto hasta el proximo mes, por lo tanto parecía que practicar la escala, seducir a su vecina; imaginar encuentros de ascensor tímido o de pasillos triple x, con ropas interiores y escondidas del conserje, en algun pasillo entre lenguas que se escabullen y manos que se apresuran.

Los pensamientos se hacen sangre la sangre se va a los dedos,

los dedos en el violonchelo transmutan en música que viaja a través de la paredes...

y Alicia no entiende su excitacion repentina,
ni su protector diario empapado.

Deja el mate y decide cambiarse la bombacha.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

el silencio no es ausencia, dijo la música.....
una nota vale más que mil palabras.
un beso en SI

Anónimo dijo...

menos mal que esta antonieta para aclarnos lo del silencio...
beso grande

Anónimo dijo...

y donde estamos?

Anónimo dijo...

andará practicando otra cosa parece....

Fluor dijo...

www.curitaadhesiva.blogspot.com (blog de lesbianas inclasificable)
Dense una vuelta!
Besos.
Paz.

Anónimo dijo...

ya pues!

Giulia Farnese dijo...

Antonieta, por que será que leerte me provoca un deseo líquido que me atraviesa las piernas?
te conozco, he escrito muchas historias con tu nombre.