martes, 12 de agosto de 2008

Lunas en su Espalda

Podria con certera belleza
dibujar universos
uniendo con mi lengua
las lunas de su espalda.
Quedarían resonando
las plegarias
de las llamas que
se ansían por tocarla,
apaciguarla con el fuego
de una mirada escondida
en cascadas de plumas negras.
En la penumbra de una pieza
solitaria
entre paredes que
transpiran ardientes,
es la noche de la luna que sonríe,
de la eterna sensación
perfecta del amor sin tiempo,
se saben,
se sienten,
serenas pasiones de pieles suaves,
como espuma tibia en los labios,
es tan sublime presencia la del lunar
de su espalda,
levemente cubierto de suaves algas castañas.
Y es como magia encantada
rozando sensual mis entrañas.

viernes, 8 de agosto de 2008

Debora y sus prácticas

Cerró los ojos, suspiró y empezó nuevamente aquél solfeo.
Esa escala y sus bemoles eran lo mas parecido
en dificultades a la ardua tarea que había emprendido:
seducir a Alicia, y su mundo de maravillas.

Debora subía y bajaba en su violonchelo con sus dedos duros y rápidos
no tendría concierto hasta el proximo mes,
por lo tanto parecía que practicar la escala, seducir a su vecina
e imaginar encuentros de ascensor tímido
o de pasillos triple x, con ropas interiores
y escondidas del conserje, en algun pasillo
entre lengua que se escabullen y manos que se apresuran.

Los pensamientos se hacen sangre
la sangre se va a los dedos
los dedos en el violonchelo
transmutan en música que viaja
a través de la paredes...

y Alicia no entiende su excitacion repentina,
ni su bombacha mojada.
Deja el mate y decide cambiarse la bombacha.

martes, 5 de agosto de 2008

¿Quién es Debora?

Debora, como toda Debora, tiene los labios morados aunque haga cuarenta grados de calor. Tiene la piel blanca y suave con pequeñas pecas en la espalda y las mejillas. El cabello lacio castaño claro suele taparle apenas los parpados, para ella un refugio ante la impertinentes miradas que intentan develar los inmensos secretos de sus ojos pardos.
Hace ya varios años que Silvana la dejó, varios años ya que dejó de creer en el amor. En esos años se ha dedicado a cultivar su carrera profesional, lo que la ha llenado de posibilidades económicas que las invierte casi exclusivamente en su verdadera pasión: seducir mujeres... y abandonarlas.
Debora no se enamora mas de un mes de la misma mujer, pero el día que ama no existe en el mundo otra atracción que no sea esa ella de turno. Y eso no es todo, ella vive bajo el lema "toda mujer es multiorgásmica" y lo demuestra en cada relación, como una meta, un objetivo: el desafío.
Atadas a su cama de hierro cada una de sus amantes ha gemido, gritado y pedido "por favor basta", quedando rendidas a los pies de esa diosa del placer femenino. Debora sabe como tocar, como lamer, como hacer sentir lo que ella quiera a cualquier mujer. Porque bien sabe que todas son distintas, pero esa habilidad innata y cultivada de saber qué quiere cada fémina en su cama es su entretenimiento y profesión de cada semana.
Y todas caen a sus pies, y todas esperan su llamado, que no vuelve.

Debora no se enamora más de un mes.

Nunca más.